
La familia Seltzer, que es la protagonista de la tragedia que conmocionó al país, tuvo un vínculo especial con un vecino de la región, Rolando Rusell, que fue convocado por Laura Leguizamón, la mujer acusada de matar a su familia, para que le diera clases de inglés, luego de conocer su historia de vida, publicada por El Diario Sur en 2023.
La mujer se había impresionado al ver la historia de vida del hombre que trabaja como cartonero en las calles de la región, debido a que no podía conseguir trabajo por sufrir epilepsia. Rolando también habla perfecto inglés ya que vivió mucho tiempo junto a su familia en Estados Unidos, por lo que daba clases del idioma en el momento en el que fue contactado por la madre de los Seltzer.
“Primero le enseñé inglés a Laura. Ella frenó con las clases, pero el hijo mayor empezó junto a Adrián, el padre, tres veces a la semana «, aseguró Rolando, en diálogo con El Diario Sur. “Hablamos unos temas y me dijo: ‘¿vos le podés enseñar a mi hijo?’. Y le digo: ‘sí, puedo enseñarle a quien quiera, no tengo ningún problema’“, contó “El Yanqui”, como lo conocen en Adrogué.
El vecino siempre tuvo contacto con la familia a través de zoom, pero en esos encuentros no alcanzó a observar nada fuera de lo común. “Era una familia feliz, en donde llevaban a los hijos al teatro o a la cancha y siempre estaban sonriendo, pero nunca me imaginé que pudiera pasar una cosa así”, planteó el hombre, que no supo tampoco de la supuesta enfermedad psiquiátrica que padecía Laura.
“Yo le daba clases a Adrián y también al hijo Ian pero nunca vi nada raro. Ni siquiera supe que tenían un hijo menor, no lo mostraban , concluyó Rolando.
Recibía ropa y libros por parte de la familia
Rolando le contó a El Diario Sur que su relación con la familia Seltzer no se limitó a las clases de inglés, sino que también recibió algunos regalos por solidaridad de Laura, que luego terminaría matando a toda su familia. “Me daba libros y ropa que los hijos ya no usaban. Venía una moto a traérmela, era todo muy privado”, afirmó el vecino.
La historia de “El Yanqui” de Adrogué
Rolando Rusell tiene 54 años y es vecino de Loma Verde, una localidad cercana a Adrogué. Hasta 2016 llevó una buena vida en Estados Unidos junto a su familia, pero la muerte los separó y tuvo que regresar a Argentina. Se dedica a trabajar como cartonero por su zona y también da clases de inglés.
Su padre murió en 1994, y su mamá en 2016, debido a que padecía cáncer. Rolando se quedó solo en Los Ángeles, ya que su hermano mayor estaba en Nueva York, por lo que decidió volver a Argentina para estar con su hermano menor, quien había regresado hacía tiempo por propia elección, el cual falleció poco tiempo después.
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