Pasajes y hoteles reservados, documentos chequeados. Se acerca el momento del viaje y hay que preparar bolsos y valijas. Y sí, para muchos es un momento estresante ya que genera dudas.
Sea para una escapada de fin de semana o unas vacaciones más largas, la forma en que uno organiza el equipaje marca la diferencia entre una experiencia tranquila… o no.
Aquí ofrecemos algunas claves para optimizar el espacio e intentar armar la valija perfecta. Esencial: organización y sentido común.
1. Planificación y anticipación
Tipo de viaje, tipo de lugar: el primer paso es tener claro el clima del destino al que se viaja y el tipo de actividades previstas en la agenda para tener la ropa y los accesorios adecuados.
¿Es un viaje de aventura? ¿Vas a la playa? ¿Hace mucho frío o suele llover?¿Tenes eventos corporativos o alguna cena elegante? ¿Planeás hacer largas caminatas? ¿El hotel tiene piscina climatizada?
Antes de empezar a meter ropa y accesorios «por las dudas» es mejor tener claro cómo será el viaje para evitar llevar cosas innecesarias, o que te falten prendas adecuadas a las actividades previstas.
2. Hacer una lista y ser realista
Hacer una lista detallada. Si se quiere ser más preciso, se puede dividir por categorías (ropa, calzado, accesorios, productos de higiene, tecnología y documentos) y es importante ser realista para sumar los que realmente se va a usar durante el viaje. No dejarse llevar por el entusiasmo.
Más allá de la tradicional lista en papel, ahora hay apps de organización que ayudan a los que les da fiaca completar este paso.
3. La técnica de enrollar la ropa
En tiempos en los que parte de la economía del pasaje aéreo está en viajar con lo necesario, hay que maximizar espacio. También es importante evitar arrugas.
Para esto, una técnica que está cada vez más en uso es la de enrollar la ropa en vez de doblarla.
Hay quienes sugieren combinar este método con bolsas de compresión para prendas grandes o voluminosas, como abrigos o prendas de invierno.
4. Priorizar la ropa multiuso
Convienen elegir ropa que se pueda mezclar y combinar fácilmente: prendas versátiles y neutras que permitan diferentes combinaciones. Por ejemplo, un saco o camperita que combine con todas la ropa, zapatos cómodos pero elegantes, al igual que pantalones que se puedan usar de día o de noche.
Para tener en cuenta, la ropa de tejidos livianos y transpirables -lino o algodón-, son ideales para cuando hay que llevar poco equipaje porque sirven para diferentes tipos de clima.
5. Zapatos, zapatillas, etc.
«El tema»: el calzado puede -y suele- ocupar mucho espacio en la valija y suma peso. Por eso, en lugar de llevar varios pares, conviene elegir dos o tres que sirvan para diversas actividades. La cantidad también tiene que estar adecuada a la duración del viaje.
Por ejemplo, un par de zapatillas cómodas para caminar, un par de zapatos elegantes o sandalias para la noche y unas ojotas/crocs o botas según la temporada y el destino.
Para tener en cuenta: por una cuestión de higiene, conviene guardar el calzado dentro de bolsas para mantener limpias las otras prendas que guardamos en la valija.
6. Accesorios
Los accesorios ocupan poco espacio y le dan un toque especial o diferente al outfit. También es cierto que pueden perderse o enredarse si los guardamos sin tomar precauciones.
Conviene usar pequeños estuches o bolsas donde estén organizados y en compartimentos separados. Allí van relojes, bijouterie, anteojos de sol y otros pequeños objetos.
Un pañuelo o bufanda que vaya con toda tu ropa siempre viene bien y puede ser un buen toque para cambiar un look.
7. Tecnología y entretenimiento
Un ítem esencial en la lista es todo lo vinculado a los dispositivos electrónicos que se utilizan actualmente durante el viaje: cargadores, adaptadores y cables, auriculares, batería externa, etc.
Se puede usar un estuche o bolsita aparte -si tiene compartimentos, mejor- que reúna todo esto: una suerte de kit tecnológico.
8. Higiene personal
Líquidos y geles son un tema de preocupación. Por un lado hay que evitar un potencial derrame sobre otras pertenencias; por otro, adecuarse a la normativa según medio de transporte y destino.
La clave está en seleccionar productos de tamaño pequeño (máximo 100 ml) que puedan meterse en una bolsa transparente y reutilizable, tipo ziploc, para cumplir con las normativas de seguridad del aeropuerto.
Conviene llevar solo los productos imprescindibles: pasta de dientes, desodorante y crema hidratante son básicos, junto con champú, crema de enjuague y gel de baño si no vamos a un hotel.
9. Documentos y cosas de valor, siempre a Mano
Pasaporte o DNI, tarjetas de embarque, reservas de hotel, permisos de menores o libretas de matrimonio si se viaja con chicos y cualquier otro documento importante debe ir en un lugar fácilmente accesible. Aunque los papeles están quedando en el olvido en el caso de pasajes o reservas por ejemplo, y hoy es muy común tener todo en el celular, siempre es importante llevar una riñonera o bolso de mano con todo lo importante que se necesita a mano.
Plata, tarjetas de crédito, objetos de valor y medicación imprescindible nunca deben despacharse.
10. Un extra para la vuelta
No son pocos los que se tientan durante el viaje y compran recuerdos o souvenires para familia y amigos, así que es importante prever un poco de espacio en la maleta para estas cosas. O también puede ser que uno encuentre cosas a precios convenientes y aproveche para comprar.
Siempre conviene llevar un bolso adicional plegable que pueda usarse en caso de necesitarlo para el regreso.