Aunque su nombre evoca muchas veces a pistas de esquí, chocolate caliente y paisajes nevados, Bariloche es también -a su manera- un destino de playa.
Cuando despuntan los meses de verano y el sol levanta las temperaturas de la gran ciudad de Río Negro, las extensas costas del Nahuel Huapi y los lagos cercanos se convierten en espacios privilegiados para disfrutar de jornadas de chapuzones en aguas cristalinas en medio de entornos naturales magníficos.
En un circuito que tiene su punto de partida en el centro urbano y se despliega mayormente hacia los “kilómetros”, el Circuito Chico y la mítica Ruta 40, las playas de Bariloche y sus alrededores comparten muchos denominadores comunes, pero también ofrecen una gran diversidad de características y “ondas”: familiares, juveniles, solitarias, populares, más frías o más cálidas, entre otras categorías.
Playas más urbanas en Bariloche
Muchas de las más clásicas y concurridas se encuentran, por obvias razones de comodidad, en las cercanías de la ciudad, sobre el eje de la avenida Bustillo.
- La playa del Centro, situada a metros del Centro Cívico, sobre la avenida Costanera, es un lugar ideal para aquellos que prefieren no subirse al auto: suele estar muy concurrida, permite sacarse una foto con el cartel de Bariloche y el casco urbano a la espalda -ideal para Instagram- y está a pasos de distancia de la enorme oferta gastronómica y comercial de la ciudad patagónica.
- Saliendo por Bustillo, en el kilómetro 4 está la playa Melipal, que no solamente es amplia y bonita sino que además cuenta con la ventaja de estar prácticamente al lado de Manush y Blest, dos clásicos de la gastronomía barilochense, donde se puede terminar la jornada de playa disfrutando de cervezas de producción artesanal y tablas de ahumados (atentos, que casi todas las tardes hay happy hour).
- Un poco más adelante, en el kilómetro 8, se encuentra playa Bonita, probablemente el balneario público más relevante de la costa del lago Nahuel Huapi, que suele ser el más elegido por familias y adolescentes. Este año ha sido objeto de un proceso de desmalezamiento y embellecimiento por parte del municipio, por lo que tendrá más espacio que nunca para albergar visitantes. A esa misma altura de Bustillo está la cervecería y restaurante Kunstmann, otra excelente opción para el momento happy hour.
- Bahía Serena, en el kilómetro 12, es una playa llena de encanto, situada en una amplia cala y con varios bares y comercios a los alrededores. Como en casi todas las playas de Bariloche, la concentración mayor de gente está en el área del acceso, por lo que es recomendable alejarse hacia los lados por la costa para encontrar más tranquilidad.
Un tip que vale para todas: llevar siempre sandalias de plástico, ojotas o crocs, ya que tanto dentro como fuera del agua el terreno está tapizado de piedras.
Paisajes y playas del Circuito Chico
Ya en el Circuito Chico, una gran recomendación es la playa Villa Tacul, que tiene un entorno natural maravilloso, marcado por la vista de la cordillera y bosques de arrayanes, lengas y coihues. Allí la temperatura del agua suele ser un poco más baja que en otros puntos, pero lo compensa, por lejos, el paisaje y la amplitud de las costas.
No muy lejos está el lago Moreno, con sus Playas del Viento y Sin Viento, separadas por el estrecho que divide al lago. La primera, como su nombre lo indica, suele ser ventosa y por eso es elegida por los amantes de deportes como el kitesurf y el windsurf, mientras que la otra es ideal para pasear en kayak (se alquilan ahí mismo) y bucear aprovechando que la temperatura del agua suele ser más alta que en el Nahuel Huapi.
Las playas de Bariloche que marcan tendencia
Entre las playas que más adeptos han ganado durante los últimos años están, sin lugar a dudas, las del lago Gutiérrez, un bellísimo espejo de agua situado un poco más allá de la ruta de acceso al Cerro Catedral, apenas 20-25 minutos en auto desde el centro de Bariloche.
La de Villa Los Coihues es la más concurrida: se puede llegar desde la ciudad en transporte público (colectivo 50) y es el balneario natural de uno de los barrios que más ha crecido.
A comienzos del siglo XXI, Los Coihues era apenas un caserío de montaña, cuyos vecinos se contaban con los dedos de las manos, y hoy es uno de los suburbios más potentes del Gran Bariloche, con mucha impronta neo-hippie y alternativa.
Desde Villa Los Coihues parte un sendero de trekking de dos horas y media que pasa por la Cascada de los Duendes y termina en playa Muñoz, un lugar de ensueño que vale también por el paseo que lleva hasta allí y suele ser muy frecuentado por jóvenes en verano.
Playas alejadas y menos concurridas
Tomando la ruta 40 hacia El Bolsón, comienzan a aparecer las playas elegidas por los barilochenses que escapan a las muchedumbres veraniegas, balnearios menos concurridos en general debido a que son solo accesibles en auto.
Bordeando el lago Gutiérrez por la 40 se llega a las playas de su costa sur, a las que se accede por una breve picada (sendero).
Son las más amplias y abiertas de todas, están rodeadas de bosques de coihues que brindan reparo en las horas de sol más fuerte y tienen vistas espectaculares del valle encajonado entre los cerros Catedral, Otto y Ventana.
Apenas separado del Gutiérrez por una breve lengüeta de tierra, el lago Mascardi compite con su vecino por ser el de aguas más cálidas de toda la zona (no hay debate, el Huapi es el más frío).
Tiene unas playas preciosas en su lado oeste, a las que se llega por el camino que va al Cerro Tronador, pero las más populares son las del camping Relmu Lakfen, administrado por la comunidad mapuche Wiritray.
A 25 kilómetros al sur del centro de Bariloche por la 40, este camping no solo tiene unas costas estupendas, sino que es además punto de partida de varios de los mejores circuitos de trekking del Mascardi.
Cada vez más lejos por la 40, pero no tanto como para no poder visitarlas en un paseo por el día, están las playas del lago Guillelmo, a 35 kilómetros de Bariloche rumbo a El Bolsón.
Están muy cerca de Villa Mascardi y últimamente se han convertido en el refugio de muchos locales que buscan lugares no colonizados aún por el turismo.