Ubicado en lo alto de un promontorio, a 100 km de Barcelona, es mucho más que un lugar donde dormir. El Parador de Cardona –hotel de la red de Paradores de España- es un portal al pasado, una fortaleza medieval que representa la posibilidad de viajar por un rato a los tiempos en los que el poder, la guerra y la historia se resolvían entre murallas y torres.
El parador está sobre los restos de una fortaleza que data del siglo IX y es considerado un tesoro de la arquitectura medieval y también un refugio de lujo para disfrutar de la región de Cataluña.
El castillo inconquistable y el misterio de la habitación 712
Cuentan que el castillo de Cardona donde funciona el Parador resistió durante once siglos sin ser tomado.
Su origen se remonta a tiempos de Carlomagno, quien reconquistó el enclave a los musulmanes. Posteriormente, la fortaleza se convirtió en una de las más imponentes y estratégicas de la región, en manos de los señores de Cardona, una de las familias más influyentes de la nobleza catalana.
Su rol en la historia fue fundamental en conflictos como las Guerras de Secesión, la Guerra de Sucesión y la Guerra de la Independencia española.
Uno de los elementos más emblemáticos de la fortaleza es la Torre Minyona, una estructura de forma cilíndrica de 10 metros de altura que se destaca en el horizonte. Y que guarda una historia oscura.
Cuentan que en el siglo XI el vizconde de Cardona invitó al príncipe musulmán Abdalá a sus tierras. El príncipe se cruzó en los jardines del castillo con Adalés, la hija menor de Cardona.
Se enamoraron y nació una historia de amor prohibido y trágico: cuando un hermano de ella descubrió el amorío, decidieron castigarla.
«Que el Altísimo decida: metamos a Adalés en la torre. Si llueve, beberá. Si no, morirá de sed», sentenció uno de sus hermanos que era sacerdote.
El joven príncipe ofreció tesoros y hasta renunciar a su religión para liberarla, pero nada cambió la terrible decisión tomada. Adalés murió en la torre y Abdalá intentó ingresar en el castillo sin permiso: los guardias lo atravesaron con sus espadas.
La habitación 712 es la más cercana a la torre y se la considera muy especial ya que muchos huéspedes dicen haber escuchado o visto «a los enamorados» -fantasmas, espíritus- durante su estadía.
Experiencia gastronómica medieval
Como parte de la red de Paradores, este hotel ofrece a los visitantes una combinación perfecta entre historia y comodidad. Se conserva la estructura original de la fortaleza con fosos, murallas góticas y torres que recuerdan su pasado medieval.
Pero puertas adentro, la fortaleza fue restaurada con el objetivo de ofrecer un ambiente de lujo, tradición y mucha comodidad.
El restaurante es parte de la experiencia en el Parador ya que está ubicado en el antiguo refectorio del castillo y se distingue por su galería de arcos apuntados.
Con productos de temporada y de proximidad, el menú se basa en la cocina tradicional de la comarca del Bagés y se distingue por su sencillez. Cada plato es un homenaje a los sabores locales de la tradición culinaria catalana.
Actualmente y hasta fines de febrero, el Paradora está cerrado por reformas. Las obras se centran en la eficiencia energética, varias mejoras relacionadas con el confort y una nueva decoración del parador.