El fenomenal impacto que causó el hallazgo de restos fósiles del dinosaurio más grande que haya pisado la Tierra sigue retumbando en la Patagonia. En 2012, cuando un peón de campo se topó con el primer hueso del Patagotitan Mayorum en Chubut, el Museo Egidio Feruglio de Trelew inició una obra de renovación de sus instalaciones y equipamiento, que incluyó la ampliación para poder exhibir la réplica a escala de esa mole de 74 toneladas de peso, repartidas en un desmesurado cuerpo de 37 metros de largo y 20 metros de altura.
El proceso de reconversión acaba de terminar de la mejor manera: el museo reabrió sus puertas el 9 de noviembre y una multitud impulsada por la curiosidad y el renombre mundial que ostenta la institución asistió a la cita.
Ahora, en el centro exacto de la planta baja, alrededor de la indiscutible figura central -el saurópodo extinguido durante el Cretácico, hace 101 millones de años- se aprecia una valiosa colección de fauna terrestre prehistórica, gigantescos reptiles marinos, aves carnívoras caracterizadas como pterodáctilos y otros animales de gran porte detectados en el sur del país, como el temible depredador Tiranotitan del Jurásico, el Tehuelchesaurus Benitezii y el Carnotaurus Sastrei.
Ciencia, tecnología y el desarrollo del conocimiento tienen cabida en 16 mil metros cuadrados cubiertos.
El museo incorporó tecnología de vanguardia con escaneo e impresión en 3D para aplicar a la reproducción de los ejemplares, el silencioso trabajo cotidiano que lleva adelante un equipo de experimentados paleontólogos, herreros, carpinteros y artistas plásticos en el Laboratorio de Estudios Científicos.
Los dos pisos del edificio céntrico -levantado a media cuadra del legendario hotel Touring de Trelew, donde más de un siglo atrás se hospedaron los célebres bandoleros Butch Cassidy, Sundance Kid y Etta Place- albergan el salón de exposiciones, un centro de convenciones con capacidad para 850 personas divisible en cinco espacios más reducidos, ascensor y nuevas escaleras mecánicas, un área destinada a programas lúdico-educativos, el restaurado auditorio Germán Sopeña, la tienda Dinoshop y Feruglio Café.
El perfil renovado del museo presenta también proyecciones interactivas, sonido inmersivo, escenografía recién estrenada y la reconversión del sitio web oficial, para facilitar la compra de entradas y reservas de guías y servicios, un trámite clave para poder acceder a este invalorable Patrimonio Cultural de la Nación, sostenido por una colección de casi 40 mil piezas de paleobotánica, vertebrados, invertebrados y huellas estampadas por organismos vivos sobre sedimentos y rocas.
Tras las huellas de los dinosaurios
El museo Feruglio, inaugurado en 1990 en su primera sede -entre las paredes gastadas por la actividad de una antigua mueblería-, es una escala esencial de las ocho zonas temáticas que forman parte de Valle de Gondwana, la sugerente ruta turística, geológica y paleontológica que recorta el valle del río Chubut desde la Cordillera hasta la costa atlántica.
El circuito se extiende incluso a los acantilados costeros de Península Valdés y Puerto Madryn, donde, más de una vez, los pasos de pobladores, turistas, antropólogos, paleontólogos y geólogos se vieron obstaculizados por la irrupción de fósiles de una especie antepasada del carpincho, gliptodontes, armadillos, aves y peces de agua dulce.
El didáctico pantallazo que ofrece el Museo Feruglio sobre los animales que poblaron la región durante millones de años se amplía en el Parque Paleontológico Bryn Gwin.
Para llegar a ese reservorio de fósiles a cielo abierto hay que transitar el primer tramo de la ruta hacia el oeste que recorrieron los pioneros inmigrantes galeses a fines del siglo XIX y desviar 8 kilómetros hacia el sur de Gaiman.
Entre los pliegues de la estepa y las prósperas parcelas rurales del Valle Inferior del río Chubut, un sendero trepa una barda hasta alcanzar una sucesión de excavaciones, que permitieron descubrir una gran cantidad de restos de mamíferos terrestres fijados sobre sedimentos volcánicos desde hace entre 100 mil y 40 millones de años.
El paisaje natural que enmarca el yacimiento bosqueja ese mundo perdido que rescatan las piezas sueltas del museo y dejan entrever las réplicas de dinosaurios, gigantografías y maquetas tridimensionales que asestan el primer impacto a los ojos de los visitantes que aterrizan en el aeropuerto Almirante Zar, la puerta de entrada a la inabarcable prehistoria de la Patagonia más desolada.
Cómo llegar
- Desde la ciudad de Buenos Aires hasta Trelew son 1.358 kilómetros por Ricchieri, Autopista a Cañuelas y ruta 3.
- Aerolíneas vuela directo de Aeroparque a Trelew (2 hs.): ida y vuelta con impuestos y tasas, desde $ 174.000.
- Opción: Flybondi y Aerolíneas llegan a Puerto Madryn (a 60 km de Trelew), sin escala, en dos horas: ida y vuelta, desde $ 260.000.
- Bus semicama Cóndor Estrella, Andesmar, Vía TAC o Vía Bariloche de Retiro a Trelew (21 hs.), $ 99.000 ida; coche cama, $ 113.000.
Dónde alojarse
- En Trelew, hotel Touring: habitación doble con desayuno, cochera, wi-fi y TV cable, $ 55.000; triple, $ 80.000; cuádruple, $ 95.000 (0280-443-3997/8 / 0280- 154538754 / hoteltouringclubtrelew@gmail.com / www.touringpatagonia.com.ar / Facebook: Hotel Touring Club).
- En Puerto Madryn, hoteles 4 estrellas con desayuno, TV cable y wi-fi en verano, desde $ 130.000, base doble; 3 estrellas, desde $ 90.000; 2 estrellas, desde $ 60.000; hosterías y apart, desde $ 60.000; hostel, a partir de $ 40.000 (www.madryn.travel).
Cuánto cuesta
Entrada al Museo Egidio Feruglio, $ 12.000; de 4 a 11 años y jubilados, $ 6.000. Abre todos los días de 9 a 19.